¿Cómo va tu iglesia?

Los planes de Dios para tu iglesia pueden ser mayores que los que imaginas

Alguien me preguntó recientemente: ¿Cómo va la iglesia?

¿Cómo respondes eso?

¿Va bien si haces el presupuesto?

¿O si completas una edificación?

¿O superaste el porciento de asistencia del año pasado?

¿Está determinado al comparar tu congregación a cómo les va a otras iglesias?

Claro, el truco está en averiguar cómo piensa Dios que andamos. ¿Qué quiere de nosotros?

Puedo pensar en tres posibles indicadores que pueden guiar nuestra respuesta.

Bendiciones

Lo primero es lo que podemos llamar “La Proporción de la Bendición”. ¿Cuánto ha bendecido Dios a tu iglesia?

Jesús dijo: A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aún más. (Lucas 12:48b).

¿Estará tu iglesia en la categoría de aquellos a los cuales se les ha dado mucho? Comienza con el regalo de la libertad de poder reunirse y adorar. Luego piensa en los regalos de la experiencia, relaciones, educación, recursos financieros, recursos tecnológicos, creatividad y trasfondo vocacional. Piensas en las redes informáticas, las oportunidades de aprendizaje, los miembros con verdadera energía de tu iglesia y los profesores que tienen. Todos estos son regalos de Dios.

En una escala de FDL (Fuera de Límite), ¿cuál dirías que sería la Proporción de la Bendición para tu iglesia? Está cercana al “0” o al extremo FLD del espectro?

Necesidades

La siguiente variable: nuevamente desde la perspectiva de Dios, ¿cuál dirías que sería la Proporción de la Necesidad Espiritual desde tu posición?

Piensa en la cantidad de personas que no conocen a Dios, que no son parte de la comunidad de fe. Piensa en las personas solitarias, los marginados, los ancianos, los aislados, los confundidos, los que se han divorciado recientemente, los abandonados, los inadaptados, los “exitosos” hedonistas.

Piensa en Dios. Él ama a todo ser viviente humano con un amor infinito que no alcanzo a imaginar. Cuando Dios ve las familias destruidas, niños en las calles, desviaciones sexuales y promiscuidad, codicia desenfrenada, cinismo y crimen, personas que no saben nada de Jesús, personas que ignoran los temas del pecado y el arrepentimiento, no porque se lo han enseñado, sino porque simplemente viven en una cultura secularizada…

¿Cómo crees que Dios evaluaría la Proporción de la Necesidad Espiritual en tu parte del mundo: Escala de FDL?

Multiplicación

Otra variable: Llamémosle Proporción Multiplicadora de Dios.

Cuando las personas humildemente ofrecen lo que tienen a Dios, Él lo multiplica. Un pequeño muchacho dio cinco panes y dos peces, y Jesús lo multiplicó para alimentar a 5000. Jesús dijo una parábola sobre la siembra de semilla: Algunas personas… oyen la palabra, la aceptan, y dan fruto—30, 60 y aún 100 veces más de lo que fue sembrado (Marcos 4:20).

El verdadero valor de la contribución humana es cuando ellos son captados por el efecto multiplicador divino.

¿Qué nivel de multiplicación quiere usar Dios con tu iglesia? ¿Es 30, 60, 100? Escoge un número.

A través de los ojos de Dios

¿A qué crees que aspira Dios con tu iglesia?

No es: “El año pasado más el 5 por ciento”

No es: “Esperar que tengas servicios agradables y salones llenos”

No es: “Tener la apariencia que dice la cultura que tienen las iglesias exitosas”

No, ¡es “Fuera de Límite” y multiplicarse!

¿Cómo luce eso?

Tenemos un Salvador, Fundador y Líder que ya ha hecho la cuenta. Esta pregunta no depende de nosotros. No tenemos que ser la excepción para sentirnos más cómodos.

Estaba hablando con alguien recientemente en nuestra iglesia sobre su trabajo. Él dijo: Públicamente podemos hablar sobre la excelencia, calidad y servicio, pero la realidad es que podemos despertar cada mañana y pensar: “¿Cómo podemos sacar a la competencia de nuestros negocios? No pusimos esto en nuestro sitio web. Pero quisimos desmoralizar y derrotar a la competencia”.

¿Quién es tu competencia?

No son otras iglesias. Cada iglesia es nuestra social y aliada. Jesús, nuestro Fundador y Líder, definió la competencia: “yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16:18)

En otras palabras, nuestra competencia es el infierno. El infierno tiene trabajo dondequiera que la voluntad de Dios desafiada.

A cada momento un niño pequeño es abandonado sin amor, no es querido, no es educado, nadie lo nota. Cada vez más matrimonios se destruyen. Cada vez se ven más las diferencias raciales que dividen las calles o la ciudad o la iglesia. Cada vez el dinero se acumula más y más personas lo adoran. Cada vez se dicen más mentiras. Cada vez se separan más las generaciones. Cada vez se deshumanizan más los lugares de trabajo. Cuando las familias se rompen; cuando se derriba la virtud; cuan do los hábitos pecaminosos crean vidas vergonzosas o una cultura de desvergüenza; cuando se indetermina la fe y la esperanza se pierde y las personas se vuelven basura; es cuando el infierno está prevaleciendo.

No es aceptable para Jesús que el infierno prevalezca. Tu trabajo no es reunir un presupuesto, llevar un programa, completar una edificación o mantener el status quo. Tu trabajo es poner al infierno fuera del negocio.

Eso es lo que significa que tu iglesia vaya bien.

Traducido por Noyma González Morejón

Rev. Monte Cyr

http://evangelismo.iglesiadelnazareno.org.mx/

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